Publicado el 16 febrero, 2012 por bitacoradegalileo
A una distancia media de casi seis mil millones de kilómetros, el mundo helado de Plutón ha sido considerado durante décadas, desde su descubrimiento, el noveno planeta del Sistema Solar. Recientemente, ha perdido tal condición.
Catalogado ahora como planeta enano, tras la revisión del concepto de planeta por parte de la IAU (Asamblea General, Praga 2006), ha recibido la denominación formal de 134340 Plutón. Es el miembro más destacado del Cinturón de Kuiper, y a pesar de ello es superado en tamaño, no sólo por todos los planetas actualmente oficiales, sino también por siete de los satélites de nuestro sistema planetario: La Luna, Io, Europa, Ganímedes, Calisto, Titán y Tritón.
Aunque siempre fue discutida su condición de planeta, por diversas razones que veremos, fue el descubrimiento de Eris (a la izquierda, con su satélite Dysnomia) en 2005, también en el Cinturón de Kuiper, el que provocó la resolución final de la Asamblea de Praga por la que fue excluido de esa categoría. Eris, que había recibido el nombre provisional de 2003 UB313, parecía tener un diámetro mayor que Plutón (luego se ha comprobado que es incluso algo menor), y es un 27% más masivo. Volveremos sobre todo esto.
Tras el descubrimiento de Neptuno, en 1846, los astrónomos seguían sin encontrar una explicación totalmente satisfactoria para las alteraciones que sufría la órbita de Urano. Aunque en realidad la razón estaba en un error en la medición de la masa de éste último, como demostraron posteriormente las sondas Voyager, los científicos buscaron la respuesta en la hipotética existencia más allá de un nuevo planeta, muy masivo, que sería responsable de esas anomalías, por su fuerte tirón gravitatorio, astro bautizado por Percival Lowell como Planeta X. Este astrónomo estadounidense fundó un observatorio desde el que se dedicó a la búsqueda del Planeta X, que resultó infructuosa. Tras su muerte, en 1916, otros astrónomos continuaron su labor desde el mismo Observatorio Lowell, hasta que en 1930 Clyde W. Tombaugh halló un débil punto que variaba su posición con respecto al fondo de estrellas, muy cercano a Wasat (δ Gem), en la Constelación de Géminis.
Una jovencita de Oxford, en Inglaterra, aficionada a la Astronomía y que también estaba interesada en la mitología, llamada Venetia Burney, de sólo 11 años, sugirió a su abuelo que el nuevo astro podría llamarse Plutón, pues este dios del inframundo parecía adecuado para un nuevo planeta distante, que debía ser frío y oscuro. El abuelo hizo llegar la sugerencia de la niña al Observatorio Lowell, y la propuesta fue incluida en una terna, junto con los nombres de Minerva y Cronos, el primero de los cuales ya servía para designar a un asteroide, y el segundo había sido propuesto por un astrónomo que no despertaba demasiadas simpatías, así es que el nombre de Plutón recibió todos los votos, porque además sus dos primeras letras coincidían con las iniciales del fundador del observatorio, Percival Lowell. La joven Venetia recibió una recompensa de cinco libras esterlinas (regalo de su abuelo) y su propuesta fue aceptada.
La dificultad del hallazgo puede comprenderse si se considera que, en la actualidad, Plutón es invisible para telescopios con menos abertura de 10 pulgadas, pues ofrece una magnitud visual de decimocuarto orden. En el momento de su descubrimiento brillaba aún menos (estaba más lejos), entre un mar de estrellas fijas que convertían la búsqueda cual aguja en un pajar. Tanto es así, que el propio Percival Lowell ya había avistado al astro, casi con total probabilidad, en dos ocasiones, sin haberse apercibido de la presencia del enano errante (no se olvide que la palabra planete no significa otra cosa en su griego antiguo original que errante).
Si usted dispone de un telescopio adecuado y cielos verdaderamente oscuros y transparentes, quizás pueda intentar avistarlo en estos días, poco antes del amanecer, en la Constelación de Sagitario, por donde transcurre. Se confunde con una estrella muy tenue, con una ligera tonalidad amarillenta, que se pondrá de manifiesto cuando aplique bastantes aumentos. Tiene en la actualidad una magnitud aparente de +14.16.
Su pequeño tamaño tampoco ayuda a un brillo mayor. Tiene un tercio del volumen de nuestra Luna (y una quinta parte de su masa), y esto fue determinante para la decisión de la IAU de excluirlo de la categoría de planetas, aunque en el texto de la resolución no se aluda a ella, y sólo se aduzca que Plutón no ha limpiado su órbita de otros astros, pues pertenece al Cinturón de Kuiper.
Así, se ha convertido en el miembro más destacado de un nuevo tipo de astros, los planetas enanos, grupo que integra junto a otros cuatro mundos: Los también astros transneptunianos Eris, Makemake y Haumea, además de Ceres, en el cinturón de asteroides, y que hasta ahora era considerado el mayor de éstos. El diámetro de Plutón, en el ecuador, es de 2.306 kilómetros y los otros son menores, aunque el tamaño de Eris está actualmente en discusión.
La nueva definición de planeta, para la Unión Astronómica Internacional, incluye tres requisitos: a) Debe orbitar al Sol, y no a ningún otro cuerpo; b) Debe tener tamaño y masa suficientes para que su gravedad sea superior a las fuerzas de cohesión de la materia y pueda así alcanzar el llamado equilibrio hidrostático, es decir, forma aproximadamente esférica; y c) Debe haber limpiado su órbita de otros astros.
Así pues, según el texto oficial aprobado por la reunión de Praga, el tamaño de Plutón no tiene nada que ver con su exclusión de la categoría, y el único requisito que no cumple es el de tener limpia su órbita de otros objetos. Pero, digo yo que tampoco Júpiter tiene toda su órbita expedita, si tenemos en cuenta los asteroides que la ocupan 60º delante y detrás del planeta, en los llamados Puntos de Lagrange, esto es, los asteroides troyanos. De acuerdo que en una posición estable, pero al fin y al cabo en la misma órbita. ¿Es por eso el gigante joviano un planeta enano?. Según la definición de la IAU, sí lo es. ¿No resulta un disparate, tratándose de un astro dos veces y media más masivo que todos los demás planetas juntos?.
También resulta un dislate, a mi entender, el nuevo calificativo de «planeta enano», negando al mismo tiempo la condición de planeta para estos astros. Todos reconocen que el Sol es una estrella enana, pero nadie duda de su condición de estrella; de la misma forma, las Nubes de Magallanes son galaxias enanas, pero galaxias al fin y al cabo. Plutón y sus congéneres son planetas enanos, pero… ¿no son planetas?.
Con todo, ni que decir tiene que estoy en profundo desacuerdo con las posiciones de los estados norteamericanos de California, Illinois y Nuevo México, que rechazaron el acuerdo de 2006, el primero de ellos calificándolo de herejía científica (más bien parecen esconderse motivaciones patrióticas, al ser Plutón el único planeta descubierto por un estadounidense), y los otros dos por razones afectivas (Tombaugh nació en Illinois y fue residente en Nuevo México). Por el contrario, estoy de acuerdo con la exclusión, pero por otras razones de las apuntadas anteriormente, y si se hubiera dado cualquier otro nombre a la nueva categoría.
En mi opinión, las diferencias esenciales de Plutón con los planetas (ahora sí) oficiales se centran en sus aspectos orbitales. La trayectoria que sigue el enano helado difiere de las de los anteriores en dos cuestiones trascendentales: Su inclinación con respecto a la eclíptica y su excentricidad, que nos recuerda a la órbita de los cometas y que llega a invadir la órbita de Neptuno.
Todos los planetas se mueven en un plano único, que es el que hemos convenido llamar plano de la eclíptica, porque es donde se producen los eclipses. Plutón, en cambio, se desplaza con una inclinación superior a 17º con respecto a ese plano, haciendo sospechar que tiene un origen distinto al de los otros ocho astros.
Por otro lado, y aunque ninguna de las órbitas de los planetas es perfectamente circular, y todas sufren alguna excentricidad (Mercurio bastante acusada), ninguno llega a invadir la órbita del planeta que le precede en cuanto a su proximidad al Sol. Plutón sí lo hace, y durante un cierto tiempo Neptuno está más lejos que él de la estrella. Es ésta una importante excepción, pues rompe una regla general que sólo transgreden objetos no planetarios como asteroides y cometas.
En efecto, entre los años 1979 y 1999, Plutón se introdujo en el interior de la órbita de Neptuno, convirtiéndose en el octavo planeta más cercano al Sol, y relegando a Neptuno a la novena posición. Esto ocurre cada 248 años, que es el tiempo que tarda Plutón en completar una vuelta alrededor del Sol, así que la invasión no volverá a ocurrir hasta septiembre de 2226. Anotar que no hay peligro de colisión, porque ambos planetas están en lo que se llama resonancia orbital, en relación 3:2; quiere esto decir que mientras Plutón completa dos vueltas alrededor del Sol, Neptuno ha dado tres, y se vuelve a producir siempre la misma posición.
En cuanto al resto de sus movimientos, Plutón también muestra un comportamiento atípico, aunque ya no insólito. Por ejemplo, su eje de rotación sufre una brutal inclinación de unos 120º con respecto al plano de su órbita, lo que suele expresarse diciendo que el planeta rota acostado, e incluso patas arriba, fenómeno ya observado en Urano, aunque en el caso del planeta esmeralda de sólo 90º. Esta inclinación también la muestra la Tierra, aunque aquí sólo es de 23.5º, y es la responsable de las estaciones del año.
Es asimismo anómalo el sentido de rotación, retrógrado, como en el propio Urano y también en Venus, es decir, gira de este a oeste, y no al revés, como lo hacen el resto de planetas del Sistema Solar. Consecuencia de esto es que amanece por el oeste. Por cierto, la luminosidad del día es parecida a la que gozamos en la Tierra en una noche de Luna llena, ya que el Sol se encuentra casi 40 veces más lejos por término medio. Es igual que comparar el brillo de la farola de la esquina con la que se encuentra 40 esquinas más allá.
La enorme distancia que nos separa del enano helado hace que nuestro conocimiento de él sea bastante limitado, pues aún ninguna sonda ha llegado hasta allí. Sí hay una en camino, la nave New Horizonts, de la NASA, que llegará a Plutón en el año 2015 si todo va según lo previsto. Cuando esto ocurra, tras un viaje de nueve años y medio, los instrumentos que transporta la nave nos enviarán información e imágenes que tardarán un mínimo de 4 horas en llegarnos desde tan larga distancia.
New Horizons fue lanzada el 19 de enero de 2006 y a bordo transporta una onza de las cenizas de Clyde Tonbaugh, fallecido en 1997. Tras haber traspasado Júpiter en 2007, se dirige ahora hacia Plutón y sus lunas, tras lo cual continuará su viaje para el estudio de otros astros del Cinturón de Kuiper. Los diversos instrumentos instalados a bordo de la nave nos permitirán un conocimiento algo mejor del lejano planeta enano.
Hasta tanto no llegue la nave a su destino, debemos conformarnos con las observaciones realizadas por el Telescopio Espacial Hubble, que ha confeccionado un mapa de brillo, aprovechando la rotación del astro y diversos eclipses causados por la luna Caronte.
En superficie, Plutón sufre unas temperaturas que oscilan entre -235 y -210º C. Las zonas que aparecen más oscuras son las más calientes. La baja densidad del astro (2 g/cm3) ha permitido deducir que está formado en su interior por un 70% de roca y el resto por hielo de agua aunque también aparecen pequeñas cantidades de nitrógeno helado, etano y monóxido de carbono, asimismo congelados. Debe existir una tenue atmósfera, también helada sobre todo en el afelio (mayor alejamiento del Sol), compuesta principalmente por nitrógeno y con presencia de monóxido de carbono y metano.
Hasta el momento, conocemos la existencia de cuatro satélites naturales de Plutón: Caronte, descubierto en 1978, Nix e Hydra en 2005, y una última luna avistada recientemente, en 2011, a la que se ha impuesto el nombre provisional de P4, cuya órbita se interpone entre las dos anteriores. Se espera que con la llegada a la región de New Horizons se revelen más cuerpos de esta naturaleza.
La mayor de estas lunas, Caronte, supera a la mitad de Plutón con sus 1.207 kilómetros de radio. Tiene una característica muy peculiar llamada anclaje orbital, y que consiste en que siempre está sobre el mismo punto del planeta enano. Es como si la Luna siempre estuviera sobre el cielo de Europa y nunca sobre América, pongamos por caso. Además, y como nuestro satélite, siempre muestra la misma cara a Plutón, esto es, tiene una rotación sincrónica. Pero su rasgo más notable es que tiene un tamaño y masa suficiente para no orbitar exactamente a Plutón, pues el centro de gravedad entre ambos astros se localiza en un punto entre los dos, de manera que también Plutón orbita alrededor de ese punto. Por esta razón se discute si en realidad Plutón y Caronte forman un planeta doble.
Mitología
Hijo de Saturno y Rea (Cibeles), Plutón es el señor de las tinieblas que, junto a sus hermanos Júpiter y Neptuno, participó en la Titanomaquia con la que depusieron a su padre del gobierno del mundo. En el reparto, a Júpiter le correspondió la tierra y el cielo, a Neptuno los mares y a Plutón el mundo subterráneo. Aunque considerado un dios benévolo y generoso, era asociado al reino de los muertos y por eso le era imposible encontrar esposa, era detestado por el resto de los dioses y los hombres evitaban pronunciar su nombre, así es que tuvo que raptar a Proserpina, de quien se había enamorado, para desposarla. La madre de ésta, Ceres, se entristeció tanto que provocó el invierno. El equivalente griego de Plutón es Hades.
Las rocas de origen volcánico se llaman también rocas plutónicas en su honor, el elemento químico Plutonio toma su nombre de este astro, y también presta su nombre a Pluto, el simpático personaje de Walt Disney.
Volver al principio del artículo.
Volver al principio de la bitácora.
Ir al Índice Temático.
Muchas gracias por el aporte. Siempre llenándonos de gusto, el placer del conocimiento. Mi duda ahora, no propiamente con el tema de discusión principal es: veo que se menciona que las órbitas de los planetas todos se encuentran sobre el mismo plano con excepción de la de Plutón, pero hasta donde entiendo, todas las órbitas presentan aunque sea una leve inclinación respecto a la eclíptica, que es el plano en el que está incluida nuestra órbita. O ¿cómo se explicarían las conjunciones planetarias? Muchas gracias Jose por tu tiempo y dedicación. Saludo.
… El enano helado, es pequeño pero matón !! parece ser un fenómeno exteraño del sistema solar por sus características , informaciones, aunque a la espera de más datos plutónicos, y es más famoso por los nombres de honor. Lo de doble planeta es otro misterio que nos deja mucha curiosidad. Estuve una vez en Hydra, una isla a 45 m de la capital griega, donde ahí no hay transportes, sólo el taxi marítimo y se dormía bajo las estrellas.
Un gran saludo.
Excelente artículo amigo Galileo! Despejando una vez mas las dudas que tenía sobre tan apartado rincón de nuestro Sistema Solar. Independientemente de la catalogación de ser planeta o no, Plutón no deja indiferente a nadie, bellas ilustraciones acompañan su reportaje las cuales dejan que mi imaginación sobrevuele esos parajes.
Está muy claro que Plutón está en la otra punta, se ve o no se ve ! es un problema, pero sabemos que está ahí y es primo / hermano de la Tierra. La aficionada Venetia, tiene que ser famosa por poner el nombre del planeta. Sr. Galelio, para ir hasta Plutón, hay que
hacer una paradita por Titán no ? muchos saludos.
plas,plas,plas.
Según la UAI, para que un cuerpo sea llamado planeta, no sólo debe cumplir los requisitos que muy bien has mencionado, también debe poseer mayor masa que el resto de cuerpos pertenecientes a su órbita, algo que ya está implícito en el requisito de «haber limpiado su órbita», pero que no está de más mencionar. Por lo demás, excelente blog. Lo tengo en favoritos desde hace un añito.
Yo pienso que es una tremenda injusticia el quitarle el título de planeta a Plutón, pero a la vez creo que el hecho de interferir en la órbita de Neptuno sería una causal con un peso suficiente para estimar en quitarle la denominación. Por otro lado, no comparto la denominación de «planeta enano» que se le da por las razones que Galileo dio en el informe, ya que en todo caso por lógica simple se le debería denominar «astro enano» o algo similar en el mejor de los casos. Pero bueno, los científicos y sus cosas…
Excelente artículo Galileo, sigue así que seguidores tienes. Saludos desde Lima, Perú.
Recuerdo que hace años se barajaba la teoria de que plutón podia haber sido en tiempos un satelite de Neptuno que se salió de su órbita pero no se si esa teoria ya se ha descartado o aun hay Astronomos partidarios de ella.
Respecto al Debate sobre Plutón, obviamente es un objeto bastante distinto de los planetas digamos ordinarios,aunque si es cierto lo que dices de que es contradictorio que se diga que Plutón es un Planeta Enano pero a la vez digan que no es un Planeta. Tambien he oido que los cuerpos descubiertos en fchas recientes en el cinturon de Kuiper se denominan Plutinos, quizá para compensar a Plutón por su cambio de rango 🙂
Estimado se ve que usted es un estudioso muy entusiasta de las estrellas, mi pregunta es la siguiente;
De acuerdo a su conocimiento que me puede decir de la supuesta alineación planetaria con el centro del universo, existe? o solo es un mito o muy buena imaginación de algunos.
Buenas galileo, espero que mi pregunta no sea absurda pero por lo que leido jupiter es una estrella que nunca se encendio.
¿ jupiter puede considerarse un planeta ?
Pregunto esto basandome en :
1 : su composicion es similar a la de una estrella y por su poca masa o volumen no tiene la suficiente presion para encenderce.
2 : hay muchos sistemas solares son binarios o con dos soles.
que fino
Acostumbro cada mañana buscar posts para pasar un buen rato leyendo y de esta forma me he tropezado vuestra web. La verdad me ha gustado la web y pienso volver para seguir pasando buenos ratos. psicologo de oviedo http://www.carmenfernandezpsicologa.es
Gracias Galileo por tus excelentes artículos con un grado de amenidad que llevan a leerlos hasta la última letra.
Un saudo afectuoso de un astrónomo amateur en Buenos Aires, Argentina
es muy bueno y me gusta cuando da vuela
Disculpen mi ignorancia, pero si Pluton y Caronte siempre presentan la misma cara, hay anclaje orbital, y el centro de gravedad esta entre ambos, por que se duda en llamarlo Planeta doble o si se quiere planeta enano doble.
Completísimo post. Ahora soy fan de Plutón.
Y para la lectora del comentario número 15. ¿Dónde pillas eso? ¿A cuanto sale?
con estas distancias-tiempos entre planetas, satélites, soles, galaxias, universos, etc, etc, yo solo puedo pensar y comentar que: «LA VIDA ES UNA CIRCUNSTANCIA DE LA VIDA MISMA». sacando un promedio de vida de un terrestre de 70 años aprox,. Esta pagina no solamente nos permite saber y conocer mas de mundos que nos rodean si no también darnos cuenta que pertenecemos a un sistema que debemos de cuidar. grs por la información sobre todo por las gráficas que nos ayudan a enteder mas lo que escribes
Emocionada como mirar las estrellas, por estar viviendo en estos momentos históricos en que estamos conociendo y confirmando tanta investigación a cerca del universo y en estos días a cerca de Plutón.
Es grandioso que una pequeña sonda esté viajando durante tantos años y que sea comandada desde nuestra tierra con tanta precisión. Es como viajar con ella.
Y así estamos con Pluton y la New Horizon:
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/07/150724_pluton_nuevas_imagenes_ao
Por fin conocemos de cerca a este planeta =)
1 | allan tefel
17 febrero, 2012 at 15:54
hasta tanto la nave norteamericana no llegue a las proximidades de pluton en el 2015, todo lo que se diga de este o si es enano o no, no pasara de ser una especulacion cientifica…esperemos un poco y no hagamos lo del vaticano que nombra en la tierra los santos que estan en el cielo. allan tefel alba
bitacoradegalileo
17 febrero, 2012 at 20:03
Ejem… Nunca habían comparado mi página con el Vaticano. En ningún aspecto. Pero siempre hay una primera vez… ¿qué le vamos a hacer?.
Efectivamente, la llegada de New Horizons al planeta enano nos desvelará un buen número de secretos, ahora desconocidos para nosotros. Entre ellos, conoceremos algunos aspectos de su superficie y mejoraremos nuestra comprensión respecto a la composición de su atmósfera; también, yo espero que descubra nuevos satélites orbitando alrededor de Plutón. Pero entre los datos que recibiremos, no creo que ninguno afecte de ninguna forma a los múltiples datos que ya conocemos de él y que han desembocado en su clasificación como planeta enano. Ya sabemos suficiente para tomar esa decisión.
En el fondo, sin embargo, estoy de acuerdo en que su consideración como planeta o su exclusión se trata sólo de una cuestión semántica, pues aquí no quemamos brujas ni excomulgamos a pecadores. Saludos. José L. Sendón.