Publicado el 20 febrero, 2010 por bitacoradegalileo
DESCRIPCIÓN
Tratamos de una bonita constelación, la más famosa en el Hemisferio Norte, que constituye la mejor referencia para encontrar la Estrella Polar; veremos el método apropiado para ello. Es una constelación circumpolar, visible por lo tanto durante todo el año, incluso en latitudes cercanas a los 20º S, e incluso algo más australes, como es la frontera norte de Argentina con Bolivia o las regiones chilenas de Tarapacá y Antofagasta. Los habitantes boreales, como queda dicho, disponemos de su visión en cualquier época del año.
Su asterismo (el conjunto de estrellas que parecen formar una figura característica de cada constelación) es sin duda el más célebre, y su forma hace que se la conozca por diversos nombres como son El Carro, La Hélice o La Sartén, aunque las estrellas que hacen recordar a estas formas son sólo una parte de la constelación, si bien es cierto que son las más perceptibles a simple vista debido a su magnitud. Las principales estrellas del Carro, excepto Dubhe y Benetnash, tienen un movimiento propio común, y constituyen lo que se llama Agrupación Estelar de la Osa Mayor.
La Osa Mayor está rodeada por El Lince, El Boyero (Arcturus) y El Dragón, entre otras constelaciones.
PRINCIPALES ESTRELLAS
Encontramos aquí tres estrellas de primera magnitud (Alioth, Dubhe y Benetnash o Alkaid), y otras tres de segunda (Mizar, Merak y Phekda), además de Megrez, de tercera magnitud, que son las siete que forman el asterismo de El Carro.
Nos detendremos brevemente en cada una de ellas, de derecha a izquierda, según su denominación de Bayer (la letra griega que precede al genitivo latino de la constelación):
Dubhe (Alpha Ursae Majoris), que vemos a la derecha, es un sistema estelar múltiple que se encuentra a 124 años-luz de nosotros. Con +1.8, es la segunda estrella más brillante de la constelación, tras Alioth.
Merak (Beta UMa) tiene una magnitud de +2.34, y es sólo la quinta más brillante. Será importante, junto con Dubhe, cuando nos ayude a encontrar la Estrella Polar.
Gamma UMa es Phekda, una estrella blanca situada a 84 años-luz y que tiene una magnitud de +2.4.
Megrez (Delta UMa) es, con magnitud +3.32, la más débil de las siete que forman La Sartén.
A la izquierda se observa una fotografía de Alioth (Epsilon Ursae Maioris), que es la estrella más luminosa, con una manitud de +1.76. Se encuentra a unos 82 años-luz de distancia y es una estrella blanca, ligeramente variable.
Mizar (Zeta UMa) es una estrella doble muy peculiar, famosa porque constituye una prueba de fuego de agudeza visual, pues quienes disfrutan de esa ventaja pueden separarla a simple vista de su compañera, Alcor (80 UMa, no tiene letra de Bayer). Yo no me encuentro entre los afortunados, aunque sí lo está la madre de mis hijos, que describe perfectamente la situación de ambas en una observación directa. Si el lector vuelve a dirigir su atención a las fotografías anteriores, ahora que ya conoce la ubicación de Mizar, podrá apercibirse de esta circunstancia.
Benetnash o Alkaid (Eta Ursae Majoris), por último, es una estrella blanzo-azulada de magnitud +1.85, la tercera más brillante de la Osa Mayor.
DE LA OSA MAYOR A LA ESTRELLA POLAR
Las dos estrellas opuestas al mango de La Sartén, es decir, Dubhe y Merak, nos van a servir para encontrar la Polar muy fácilmente. Efectivamente, prolongando la línea que une ambas estrellas en dirección a Dubhe, la más brillante de las dos, unas cinco veces, llegamos a Polaris sin ninguna dificultad. Este recurso será muy útil para los excursionistas que se encuentren desorientados durante la noche, proporcionándoles sin dificultad la situación del Norte.
Esa carta celeste no es nada nuevo. Está reproducida en la bandera del estado de Alaska, en los Estados Unidos de América. La elevada latitud de este territorio justifica la presencia de la Osa Mayor, abajo, cuyas estrellas apuntadoras indican la posición de Polaris, arriba a la derecha, sobre el fondo azul que simboliza el cielo boreal.
Por otro lado, la Estrella Polar es un centro de simetría radial entre la Osa Mayor y la constelación de Casiopea, que en la figura observamos con forma de «W» o de «M«; ambas se encontrarán siempre en situadiones opuestas con respecto al Polo Norte Celeste, represenado por Polaris, alrededor del cual giran en el sentido contrario al de las agujas del reloj.
PRINCIPALES OBJETOS DE CIELO PROFUNDO
En la Constelación de la Osa Mayor encontramos más de medio centenar de estos objetos, entre los que contamos galaxias, nebulosas y cúmulos estelares. Por eso nos limitaremos a cuatro de ellos, los más conocidos, todos ellos miembros del Catálogo de Charles Messier.
La Galaxia de Bode (M81), en la imagen junto a la más pequeña Galaxia del Cigarro (M82) es una galaxia espiral distante de nosotros unos 12 millones de años-luz. Contiene unas 250.000 estrellas y se puede observar con prismáticos. Su acompañante, M82, es también una espiral pero la vemos de canto, por lo que presenta ese aspecto alargado que asemeja a un cigarro.
La Galaxia del Molinete (M101) dista del Sistema Solar unos 27 millones de años-luz. Es una espiral barrada con una evidente asimetría al tener su núcleo desplazado del centro del disco. Es una de las espirales más destacadas del cielo, y también puede observarse con prismáticos si las condiciones de oscuridad y limpieza atmosférica son propicias.
Por último, la Nebulosa del Búho (M97), conocida también como Nebulosa de la Lechuza, recibe esos nombres por presentar dos manchas oscuras en el disco gaseoso de la nebulosa, que asemejan a los ojos de esos animales. Es una nebulosa planetaria y aún no conocemos bien su distancia, aunque distintas estimaciones la cifran en unos 2.600 años-luz.
HISTORIA
Esta constelación se identifica con la Osa desde los tiempos de Homero, quien ya la cita en sus obras principales, La Ilíada y la Odisea, llamándola Osa y Carro. En Higinio leemos uno de los nombres más populares de la Osa Mayor, triones, es decir bueyes. Como son siete las estrellas más brillantes del asterismo, era costumbre anteponer siete al nombre, de ahí septem triones (siete bueyes) o septentrión, nombre que recibió el viento del norte.
Diversas culturas han asociado la figura a la constelación desde los yakutios siberianos a diversas tribus indias de Norteamérica, como los iroqueses. Aparece también en mitos pirenaicos y en regiones nórdicas. Se la reconoce sin dificultad en textos egipcios, junto a Orión y Sirio. Actualmente recibe los nombres de The Plough (el arado) en el Reino Unido, y The Big Dipper (el gran cazo) en los Estados Unidos de América.
EL MITO
El gran Zeus se enamoró perdidamente de Calisto, la hermosa ninfa cazadora habitante de los bosques de Arcadia. El padre de los dioses sedujo a la ninfa, y ésta quedó embarazada. Al enterarse de lo sucedido Hera, esposa de Zeus, presa de los celos, la convirtió en oso.
Pasado el tiempo, Arkas, hijo de Calisto, también cazador, se topó cierto día con un oso y quiso matarlo, sin saber que era su madre. Zeus intervino y le reveló la verdad. Para que no volviera a ocurrir, Zeus tomó a Calisto, convertida en osa, de la cola y la lanzó hacia el cielo; también transformó a Arkas en oso y lo puso en el cielo junto a su madre para que le hiciera compañía. Arkas es la constelación de la Osa Menor.
Pero Hera, la esposa de Zeus, no estaba contenta y pidió a su hermano, Poseidón, que no permitiera que los osos celestes, Calisto y Arkas, se acercaran a sus dominios marinos. Por eso, la Osa Mayor y la Osa Menor nunca desaparecen bajo el mar.
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