Anotaciones de observación astronómica elemental

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La Constelación de Cepheus (Cefeo)

Publicado el 27 enero, 2012 por bitacoradegalileo

Aunque desprovista de estrellas brillantes, la región de Cefeo (latín Cepheus) es una zona del cielo que, surcada por la Vía Láctea, nos ofrece hermosos campos estelares, preciosos cúmulos, curiosas nebulosas y un catálogo de estrellas entre las que se encuentran algunas de las más grandes conocidas, interesantes dobles y la variable con mayor trascendencia entre las existentes: Delta Cephei, que da nombre a los más importantes astros de este tipo: Las variables cefeidas. Las nebulosas del Fantasma y del Brujo parecen trasladarnos a una noche de Halloween, pero también el aspecto de la hipergigante VV Cephei resulta monstruoso por su descomunal tamaño, algo parecido a lo que pasa con Mu Cephei, otra estrella enorme cuyo intenso color la hace ser conocida como La Estrella Granate.

El asterismo de la constelación, cuyo nombre hace honor al legendario rey de los cefenos, esposo de Casiopea y padre de Andrómeda, recuerda a todo menos a una figura humana, pues ha sido comparado con una casa dibujada por un niño de muy pocos años, con una tienda de campaña de tipo canadiense e incluso con la punta de un lápiz de tamaño descomunal. De todas formas, volveremos sobre estos importantes personajes, representados todos ellos en el cielo por medio de sus respectivas constelaciones, cuando al final del artículo demos paso a la sección de mitología. Anotemos ya, sin embargo, que la figura de Cefeo se representa invertida, de tal forma que las piernas del rey están más al norte que el resto de su cuerpo.

Sea como fuere, su cercanía a la constelación de la Osa Menor (Ursa Minor) y a la Estrella Polar, y por ende al Polo Norte Celeste, la convierte en circumpolar para la mayor parte del Hemisferio boreal, y como contrapartida, es invisible para los observadores situados en casi todas las regiones de la mitad sur del planeta. Llamamos circumpolar a aquel astro, asterismo o región del cielo que nunca se oculta bajo el horizonte para nuestros ojos, y que por lo mismo nunca tiene un orto ni un ocaso, pues en cuanto oscurece puede ser admirado desde nuestra posición, en cualquier época del año. Son llamados también, por esto mismo, no estacionales. Por el contrario, la constelación de Cefeo no supera nunca la línea del horizonte en latitudes más allá del Trópico de Capricornio, en el Hemisferio Sur.

Para su localización, la mayoría de las fuentes parten de Polaris, en unos métodos que a mí, particularmente, no terminan de convencerme, así es que les propondré una vía alternativa, a mi entender mucho más simple, que consistirá en tomar las dos primeras estrellas del conocido asterismo de la «W» de la Constelación de Casiopea, Schedar (Alpha Cas) y Caph (Beta Cas), y prolongar la imaginaria línea que las une cinco veces hasta llegar a Alderamín (Alpha Cephei), que es la estrella más brillante de Cepheus, aunque se trata de una estrella de segunda magnitud. Otros métodos, menos directos, le conducirán a estrellas mucho más tenues y por lo tanto será más fácil confundirse.

Una vez en Alderamín, no debe tener mayores problemas para ubicar a las demás estrellas que conforman el asterismo de Cepheus, una constelación de tamaño medio-grande, de unos 588 grados cuadrados de extensión (la número 27 en tamaño), situada entre Ursa Minor (la Osa Menor), Casiopea, Cygnus y Draco (el Dragón), entre otras constelaciones vecinas de menor entidad. El extremo más septentrional sólo dista unos 85′ de arco del Polo Norte Celeste, pero la precesión de los equinoccios (ver La Estrella Polar) pronto desplazará a este punto hasta integrarlo dentro de los límites de Cepheus. Se ha calculado que esto ocurrirá en sólo 200 años. Mucho después llegará hasta muy cerca de Alderamín, que se convertirá así en la nueva Estrella Polar, dentro de unos 5.500 años, como ya ocurrió hace unos 20.000.

Ya he citado que Cepheus es bastante deficitaria en cuanto a estrellas brillantes, pues sólo Alderamín tiene una magnitud visual inferior a 3. No ocurre así en lo que se refiere al tamaño, pues exceptuando a VY Canis Majoris (léase La Constelación de Canis Major) y a otra estrella de decimoctava magnitud de la Nube Grande de Magallanes, llamada WOH G64, las cuatro siguientes estrellas más grandes que conocemos están en Cefeo, entre ellas, VV Cephei y Mu Cephei. Tampoco es desdeñable la presencia de estrellas dobles y variables, sobre todo Delta Cephei, prototipo de las célebres e importantísimas variables cefeidas. Alderamín, Delta Cephei, VV Cephei y Mu Cephei, por tanto, compondrán el cuarteto de estrellas al que rendiremos visita.

Alderamín (Alpha Cephei o α Cep), con una magnitud visual de +2.44, es la estrella más brillante de Cepheus y por eso ostenta la letra de Bayer Alpha. Es una estrella blanca de tipo espectral A7IV, una subgigante que no hace mucho cesó en su actividad de fusión del hidrógeno en helio en su núcleo. Es 2.5 veces mayor que el Sol y también dos veces más masiva, y como su temperatura de 7.600 grados Kelvin también es mayor, todo esto se traduce en una luminosidad real equivalente a 20 veces la solar. Su distancia al Sistema Solar es de unos 49 años-luz y su nombre proviene de una expresión árabe que significa el hombro derecho.

VV Cephei es la tercera estrella de mayor tamaño entre todas las que conocemos (y conocemos muchas), con un radio equivalente a 1600-1900 veces el del Sol. Es un sistema binario con magnitud visual +4.91, cuya componente principal es una hipergigante roja que si estuviera en el lugar del Sol, llegaría más allá de la órbita de Saturno y que deja en pañales a la supergigante Antares. Su distancia a nosotros se estima en unos 3.000 años-luz, y por eso resulta una estrella tenue, pero su luminosidad real podría ser hasta medio millón de veces más intensa que la solar, aunque su temperatura superficial es menor, en torno a 3.500 grados Kelvin. La forma de esta estrella no es esférica, pues está distorsionada por el influjo gravitatorio de una compañera de color blanco-azulado que le hace adoptar una forma de gota, al producirse una transferencia de masa en favor de VV Cephei B (así se llama la estrella acompañante). En el siguiente documento se compara el tamaño de esta monstruosa estrella con algunas otras, y también con los planetas del Sistema Solar:

http://youtu.be/w5hcfZ6Qyzc

En el vídeo no aparece VY Canis Majoris, que es todavía un poco mayor, la estrella más grande que conocemos.

Mu Cephei (también My Cephei o μ Cep) es la cuarta estrella en cuanto a su tamaño, y para muchos (yo entre ellos) es la más grande de cuantas pueden verse a ojo desnudo, con una magnitud visual de +4.08. Conocida como La Estrella Granate de Herschel*, es junto a R Leporis (La Estrella carmesí de Hind, también llamada La gota de sangre), en la constelación de Lepus, una de las estrellas rojas más famosas del cielo. Porque, en efecto, se trata de una hipergigante con tipo espectral M2I con un radio equivalente a unas 1.500 veces el del Sol, y que si estuviera en lugar de éste, llegaría hasta un lugar intermedio entre las órbitas de Júpiter y Saturno. Su tamaño es lo que le hace ser tan brillante (relativamente), pues se encuentra a unos 2.400 años-luz de distancia y su temperatura superficial es bastante baja: unos 3.700 grados Kelvin, pero su luminosidad real es unas 400.000 veces mayor que la del Sol. Aparece escoltada por IC 1396, la nebulosa Trompa de Elefante. Como su masa es aproximadamente 25 veces la solar, la estrella estallará en supernova, pues ya ha dejado el proceso de fusionar el hidrógeno en helio, y ahora está convirtiendo al helio en carbono. Cuando eso ocurra, durante un cierto tiempo iluminará nuestros cielos con la misma intensidad que lo hace la Luna llena. Por cierto, si próximamente usted tiene previsto viajar a Marte, no le vendrá mal saber que en aquel planeta Mu Cephei ocupa el Polo Norte Celeste, es decir, es la Estrella Polar para los residentes en el planeta rojo.

* En algún sitio he leído que también se le llama La Estrella de Garnet, pero no se afanen en investigar al tal Sr. Garnet, pues la palabra no es el nombre de ningún famoso astrofísico, sino la traducción al inglés de nuestro vocablo granate, así es que debe rechazarse esta denominación.

Delta Cephei es la estrella más importante de Cepheus, y una de las más importantes de todo el cielo, a pesar de ser sólo la cuarta más brillante de esta constelación. Se trata de una preciosa estrella doble, con una separación angular entre sus componentes de 41″ de arco, suficiente para ser resuelta por un pequeño telescopio. Pero su trascendencia radica en que la componente principal, una supergigante blanco-amarillenta de magnitud visual +3.5, sufre una variación de su brillo hasta la magnitud +4.4, con una sorprendente regularidad de 5 días, 8 horas, 48 minutos y 32 segundos, por lo que su periodo de variabilidad resulta predecible con total exactitud. Este tipo de estrellas, que han sido llamadas variables cefeidas, muestran una relación entre su periodo de variabilidad y su magnitud absoluta, que comparada con la magnitud aparente vistas desde la Tierra, permite determinar su distancia a nosotros.

Esto lo demostró la astrónoma norteamericana Henrietta Leavitt, de la Universidad de Harvard, quien en 1.912 estableció una curva de periodo-luminosidad mientras estudiaba estrellas de este tipo en las Nubes de Magallanes. A partir de entonces, y para establecer la distancia a un objeto lejano, sólo se necesitaba localizar una cefeida en él y medir su periodo, lo cual revelaba su luminosidad intrínseca, que comparada con la magnitud visual desde nuestra posición, permite a los astrónomos determinar su distancia exacta.

Así procedió, por ejemplo, Edwin Hubble para medir la distancia a la que se encuentra M31, la Galaxia de Andrómeda. No faltaron voces que reclamaron el Premio Nobel para la Sra. Leavitt por tan importante descubrimiento, pero para entonces la astrónoma de Massachusetts ya había fallecido. El Premio Nobel no se concede a título póstumo, pero la muerte del profesor Steinman, Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 2.011, quien falleció horas antes de la concesión del premio, aunque el jurado desconocía esta circunstancia, debería hacer replantearse los indudables méritos de Henrietta Leavitt (digo yo).

En cuanto a objetos de cielo profundo, la Vía Láctea atraviesa a la Constelación de Cefeo por su mitad meridional, en la región en que limita con las constelaciones de Cygnus (El Cisne), Lacerta (El Lagarto) y Casiopea. Esto se traduce en la presencia de frecuentes campos estelares que se hacen notar sobre todo en cielos muy oscuros y trasparentes y ausencia de la Luna. Otra consecuencia es que en la zona son extraños los cúmulos globulares, y las galaxias que están presentes son tenues y lejanas. Por el contrario, hay cúmulos y nebulosas, como corresponde a un lugar cercano al plano galáctico, aunque ciertamente distante del centro de la Vía Láctea, sito en la alejada Constelación de Sagitario. En general, se trata de objetos tenues, pero algunos de ellos resultan tremendamente llamativos, en particular algunas nebulosas que seguidamente mostraré al lector.

NGC 188 es el cúmulo estelar más próximo al Polo Norte Celeste, pues tiene una declinación superior a los 85º y se halla por tanto a menos de 5º de distancia angular de la Estrella Polar. Descubierto por John Herschel (el hijo de William, descubridor de Urano) en 1.825, está compuesto por unas 120 estrellas situadas a unos 5.000 años-luz de distancia de nuestra posición. Precisamente este alejamiento es la causa de la antigüedad del cúmulo, cifrada en unos 5.000 millones de años, pues las fuerzas de marea del centro galáctico no han tenido la suficiente intensidad a esa distancia como para producir su dispersión, como ocurre con la mayoría de cúmulos abiertos. Las estrellas más brillantes, gigantes amarillas, son de duodécima magnitud, pero el cúmulo ofrece una magnitud integrada de +8.1 y puede ser resuelto por un telescopio de 5 pulgadas de abertura.

La Nebulosa Iris (NGC 7023) es, quizás, el objeto de cielo profundo más conocido de Cefeo. Se trata de una nebulosa de reflexión producida por una estrella de 7ª magnitud, responsable del calentamiento e ionización del gas circundante, situado a unos 1.300 años-luz de distancia. Su magnitud aparente es de +6.8. Este tipo de nebulosas no emiten luz sino que reflejan la que reciben de la estrella que está en su interior, en este caso, aunque en otros objetos reflejan la luz de alguna estrella vecina. Fue descubierta por William Herschel en 1.794.

La Nebulosa del Fantasma es otra nebulosa de reflexión clasificada como vdB 141 (van den Berg 141) y también como Sharpless 2-136. Su nombre se debe a las figuras de apariencia humana con los brazos levantados que pueden distinguirse en su estructura. Se encuentra a unos 1.200 años-luz de distancia y está compuesta por nubes de polvo cósmico que parecen colapsar para formar nuevas estrellas, probablemente un sistema doble.

La Nebulosa del Brujo, llamada también Nebulosa del Mago, es una de las más bonitas del cielo, en mi opinión. Está compuesta por una nube de gas y polvo a 8.000 años-luz de distancia, que rodea al cúmulo estelar NGC 7380. La radiación y los vientos estelares hacen formarse nuevas estrellas. Es decir, es una típica región de formación estelar en un brazo espiral externo de la Galaxia. Este enigmático hechicero se extiende a lo largo de un ángulo similar al de la Luna llena, equivalente a un tamaño real de 100 años-luz. Fue descubierta en 1.787 por Carolina Herschel, hermana de William.

La Nebulosa Trompa de Elefante es una concentración de polvo cósmico y gas interestelar inserto en el complejo cúmulo IC 1396. El gas es ionizado por las estrellas más masivas del cúmulo y está haciendo aparecer nuevas estrellas, algunas de las cuales sólo cuentan con unos 100.000 años de edad, así es que estamos ante una verdadera incubadora estelar. Esta gigante trompa mide más de 20 años-luz y está a casi 3.000 años-luz de distancia.

Esto es Arp 194. Son dos galaxias que están en colisión y ambas tiran una de la otra, alargando sus brazos espirales por efecto de la mutua atracción gravitatoria, mostrando esas serpentinas azules que se puedan observar en la imagen y que contienen supercúmulos estelares con docenas de cúmulos donde el mismo tirón gravitatorio hace formarse nuevas estrellas. Su distancia a nosotros, nada, una pequeñez: 600 millones de años-luz. La pequeña galaxia que aparece debajo de la más grande, a la derecha, no está ligada a las otras dos y está en un segundo plano. Esta imagen fue publicada por el Telescopio Espacial Hubble en 2.009, para celebrar el 19º aniversario de su puesta en órbita, en 1.990 por el Transbordador Espacial Discovery.

Mitología

Cefeo era el rey de los cefenos, pueblo que habitaba las actuales tierras de Etiopía, aunque otras teorías hablan de que se asentaban en Mesopotamia, a orillas del Éufrates, o en la región actualmente conocida como Palestina.

Era Cefeo un rey engreído y autoritario, ostentoso y orgulloso de su poder, que sólo se plegaba ante la voluntad de su esposa. Ésta, llamada Casiopea, se vanagloriaba en exceso de que su belleza, y la de Andrómeda, la hija de ambos, era superior incluso a la de las Nereidas, así llamadas por ser hijas de Nereo, el sabio del mar. Una de éstas, Anfítrite, era la esposa de Poseidón, el Dios del Mar, llamado Neptuno por los romanos, y pidió ayuda a su esposo para conseguir que Casiopea cesara en su vanidad.

Poseidón envió entonces a Cetus (La Ballena), el monstruo marino, para que castigara al reino de Cefeo provocando desastres naturales. Después de varias inundaciones causadas por el monstruo, Cefeo consultó con el oráculo de Amón, que vaticinó que las desgracias cesarían cuando Andrómeda fuera sacrificada bajo las fauces de la ballena. Cesó entonces la arrogancia del rey, quien ató a la doncella a una roca, para que fuera devorada por Cetus.

Pero cuando esto iba a suceder, la providencia hizo que Perseo, el héroe, apareciera por el lugar y salvara a la joven, no sin antes obtener la promesa del rey de que se la entregaría en matrimonio. Perseo sacó entonces de su zurrón la cabeza de Medusa, a quien había dado muerte, y la gorgona petrificó al monstruo con su mirada. Así, el héroe rescató a Andrómeda y la desposó. Perses, el hijo de ambos, heredaría el reino de Cepheo. Éste halló la muerte en combate, ayudando a Heracles en su lucha contra los lacedonios.

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